He aquí el doceavo capítulo de nuestro querido fan.fic, de Harry Potter, señoras y señores. Lamento profundamente la tardanza que me llevó componerlo ortográficamente, pero al fin llega para que lo sigan disfrutando, pues los otros dos capítulos se pusieron bastante buenos. Este está un poco más tranquilo… o así lo considero yo. El que viene si está de nuevo sobre el carril, hahaha. No se pierdan!!!
-Buenas, queridos alumnos… ¿se divierten? -preguntó Snape cruzando los brazos.
Hermione soltó a Draco con un fuerte golpe. Sus ojos se desorbitaron y comenzó a sudar exageradamente; estaba asustada por lo que podría hacer el profesor en su contra… si avisaba al director… ¡¡o a sus padres!! Se enteraría todo el colegio y no estaba dispuesta a cargar con una mala fama.
Lo que pensaba Draco no era diferente. Ya veía la reacción de su padre cuando se enterara de que se había relacionado con una Gryffindor, ¡¡¡con una sangre sucia!!! Debía convencer al profesor de que guardara silencio… debía hacerlo, sino, su imagen de «rey Slytherin» quedaría por los suelos.
-Profesor Snape… esto tiene una explicación… -dijo Draco levantándose del suelo y dirigiéndole una mirada de recelo a Hermione.
-¿Una explicación? Pues me gustaría escucharla… si no es convincente, me temo que tendré que hacérselo saber al director y a sus respectivas familias… me daría mucha pena hacerlo… lo digo por usted señor Malfoy, claro…
-Sí profesor Snape… esto tiene una explicación… -se atrevió a decir Hermione en voz suave. Se bajó la falda.
-Yo le explicaré profesor… -comenzó a decir Draco -lo que pasa es que… es que Hermione, perdón, Granger, me ha estado seduciendo… y bueno, yo soy un hombre… y no puedo mantenerme indiferente cuando alguna chica se te ofrece de la forma en que lo hizo Granger…
Hermione abrió la boca. Estaba enojadísima. Draco la estaba haciendo quedar como una «ofrecida». ¿Pero que más podían inventar? Maldita sea, no se le ocurría que otra cosa podía hacer para salvarse… pues posiblemente si Hermione hubiera dicho lo mismo de Draco el profesor no le habría creído y no estaría sonriendo como lo estaba haciendo ahora. Se puso a las espaldas de Draco y le pellizcó el brazo murmurando: -Me las vas a pagar Draco, juro que me las vas a pagar -Hermione agachó la cabeza.
-Bien… eso me convence… ¡¡¡no pudo decir algo mejor para creerle!!! ¿Quién no creería algo tan obvio? -dijo Snape riendo y dando media vuelta.
-Sí profesor… es obvio… -contestó Draco mirando a Hermione que estaba con la cara encendida.
-Ah… pero esto no va a quedarse así… -dijo el profesor volteando para mirar con un repentino odio en sus ojos negros -no van a librarse de un castigo… mi silencio no les saldrá gratis… ¡ah!, Granger, abróchese la blusa y acomode su ropa interior, no quiero más espectáculos -el profesor Snape se marchó riendo a carcajadas, mientras Hermione obedecía.
-Estoy seguro de que mi mentira funcionará a la perfección… no creo que el castigo sea muy severo, además vienen los exámenes finales…
-¡¡¡Quieres callarte!!! ¡¡¡¡Cómo pudiste ser capaz de hacerme algo así!!!! -gritó Hermione encolerizada. Pero Draco Malfoy pareció no escucharla.
-… y no creo que le guste que me vaya mal, soy su alumno preferido y eso no le conviene, aunque no estoy seguro si contigo hará lo mismo…
-¡¡¡¡No te hagas el que no escucha Draco!!! Te conozco muy bien y sé perfectamente que pretendes, ¡¡¡pretendes que me enoje contigo!!! Pues bien, te felicito ¡¡¡lo lograste!!!
-… pero si hablaras con la profesora McGonagall, podrá ayudarte a que te libres de limpiar el salón dos semanas completamente… -Draco sonreía para sí. Sabía perfectamente que su voz irónica molestaba a Hermione… pero su propósito era ese. Disimulaba muy bien la mirada que le dirigía, con la que notaba sus manos enroscadas, su cabello erizado y el fuego de ira que disparaban sus ojos.
-¡¡¡¡Si no te callas tú, lo haré yo misma!!!! –“BINGO”, pensó Draco…
-Eso me gustaría verlo -dijo Draco sonriendo malicioso, pues había logrado su propósito. Hermione no entendió la relación que tenía esa frase consigo misma… al menos en los primeros segundos.
-Pues eso será muy fácil… -dijo Hermione enojada.
-Muy bien, te espero… -dijo Draco extendiendo los brazos, como entregándose.
Hermione se acercó segura de lo que iba a hacer. Lo tomó firmemente de la cara y le plantó un beso tremendamente agresivo. Draco disfrutó esa faceta de beso que hasta ese momento no le había descubierto. Pero Hermione reaccionó a lo que estaba haciendo y lo soltó de desprovisto.
-Esto era lo que querías… ¡¡¡me hiciste reaccionar como una idiota, como tú en esa noche en el bosque!!! Pues te daré una nueva forma para hacer callar a una persona… -le gritó la chica furiosa. Aunque de todos modos, saboreó el beso, gustosa por su sabor especial… más especial que otros.
-Calma Hermione… lo hice solo para que entendieras mi reacción… para que así supieras…
Hermione tomó aire, y le propició una cachetada a Draco que lo dejó mirando para atrás.
-¿Ves como si funciona? -le dijo antes de marcharse para almorzar.
-Maldita ramera… -murmuró por lo bajo, Draco sobándose por el dolor.
-*-
-¿Qué te pasa Hermione? Tienes una cara como si fueras a hacer castigada por Snape… -comentó Ron, mirando a la chica que llevaba el entrecejo fruncido y que lo miró con asombro por su comentario- ¿Qué? ¿Es eso?
-Si… es eso… -respondió mientras miraba con languidez su plato intacto.
-¡¡Un nuevo castigo!! Tienes una suerte para ser castigada. Mmm… déjame adivinar,-dijo poniendo su mano en la barbilla, serio- ¿Malfoy también?
Hermione asintió tristemente.
-¡¡¡Lo sabía, lo sabía!!! ¿puedo saber por qué? -preguntó Ron interesado, pues dejó el tenedor a un lado y alejó el plato con decisión.
-Bueno… -empezó a decir Hermione mientras se le encendían las mejillas-. Hace un rato, Draco y yo… estábamos afuera, conversando… y el profesor Snape llegó de desprovisto y nos castigó…
-¡¡Por dios Hermione!! Jajaja… nadie castiga a nadie por estar «conversando», no quieras engañarme… no soy como Harry…
Hermione lo miró entristecida y a la vez con furia. Ron, dándose cuenta de su indiscreción, prefirió callar y cambiar de tema.
-¿Me podrías ayudar con transformaciones? -dijo poniendo cara infantil.
Pero Hermione ya se había puesto de pie y se disponía a marcharse.
-Vamos Hermione, no te enfades… lo siento, no me di cuenta… tú sabes que no lo hago con la intención de hacerte sentir mal…
-No Ron, tú no eres el culpable… solamente yo tengo la culpa… y ya llegará el día en que puedas nombrar a Harry en mi presencia… por ahora, es mejor que me vaya…
-Sí… es mejor que te vayas… -dijo finalmente Ron.
Hermione se dirigió nuevamente a las afueras del castillo. Necesitaba tomar aire y pensar las cosas que debía hacer más adelante. Hermione debía pensar que haría con el recuerdo vivo de Harry Potter, y el amor que decía sentir Draco Malfoy.
-*-
-Harry… ¿qué quieres ahora? -preguntó Ron mientras se aseguraba que Hermione ya se hubiera perdido de vista.
-Ron por favor, no me hagas sentir peor de lo que me siento… estoy tan mal Ron, necesito tu ayuda, no me evadas nuevamente… -le dijo Harry a modo de suplica mientras se sacaba los lentes.
-Eso debiste haberlo pensado antes… antes de engañar a Hermione, antes de engañarla con mi hermana, y antes de que, antes de que… de que perdieras mi confianza…
A Harry, una lágrima se le deslizó por la mejilla lentamente, hasta llegar a la comisura de sus labios. Todos se habían dado cuenta de la escena tan dramática, y las mujeres ya comenzaban a mirar con odio a Ron. Así que no tuvo más remedio que aceptar.
-Está bien Harry… hablaré contigo… -le dijo tratando de parecer amable dándole unos golpecitos en el hombro.
-¡¡Gracias ron, tú sí que eres un verdadero amigo!! -le dijo tomándole del brazo y obligándolo a un abrazo.
-¡¡Bravo, bravo, bravo ron, así es un amigo!! -gritaron varios de la mesa y aplaudían todos sin excepción alguna.
-¡¡¡Siempre haces lo mismo!! -reclamó Ron enojado mientras buscaba a Errol con la vista.
-Algo tenía que hacer para que me tomaras en cuenta, y si debía hacerlo usando mi fama y unas cuantas lágrimas, perfecto… -contestó Harry, mientras Hedwig le daba algunos picotazos en la mano.
-Pues bien, te escucho… ¿qué quieres decirme?
-Bueno… no sé si todavía amo a Hermione… creo que sí, pero de todas formas sé que siento algo por Ginny… aunque no es amor, y por Hermione sí es amor, aunque tampoco estoy seguro de eso, porque…
-¡¡¡Alto, alto, ALTO!!! -gritó Ron algo irritado-. Mi opinión mi querido «fiel», es que escuches tu corazón. Eso es todo, él te dirá a quién extrañas más… -le dijo dejando volar a Errol, y levantándose de la mesa. Pero Harry lo detuvo.
-Pero… tengo la sensación de que no estás siendo completamente sincero… mírame a los ojos Ron.
Ron se detuvo a medio levantarse, pero terminó por hacerlo y dio media vuelta.
-¿Sabes algo Harry? ¡¡No, no estoy siendo sincero!! Me llena de cólera escucharte dudar ahora, ahora, y no cuando me pedías de rodillas que no me enfadara contigo por amar a Hermione y abandonar a mi hermana, ¡¡¡cuando me pedías de rodillas de que no me enojara cuando me quitaste la oportunidad de amar a Hermione!!! Me das una rabia, ¡¡¡debí decirte que no te acercaras a Hermione!!! ¡¡¡Debía de haberme atrevido a conquistarla!!! Pero tú me convenciste de que ella no me amaba, y de que nunca lo haría, ¡¡tú cuando me contabas como te miraba, cuando me mostrabas las cartas de amor que ella te enviaba!!! ¡¡¡Te has llevado todo Harry Potter!!! ¡¡¡Y yo te dejado hacerlo!!! Todo, ¡¡¡absolutamente todo!!!
Ron se había puesto colorado y luchaba por controlar su respiración agitada. Harry lo miró con los ojos abiertos y continuó mudo durante un largo momento… mientras pensaba como habían pasado las cosas y se daba cuenta del daño inconsciente que le había hecho a su mejor amigo, a Ron.
-*-
Hermione miraba el cielo ya bastante oscuro con melancolía, pero aún así, con recelo. No entendía que le estaba pasando. Hace solo unos meses se sentía la mujer más feliz del mundo por tener a Harry Potter como novio… y ahora, se sentía igual de feliz, pero por no tenerlo. Miró su reloj… la fecha marcaba claramente 17… ¡¡¡17!!!, si todo hubiera salido perfectamente, ella hoy, habría estado cumpliendo exactamente 6 meses con Harry Potter, medio año…
Pero se debía resignar a que su futuro, su destino ya estaba trazado, y lo estaba junto a Draco Malfoy. Era algo realmente increíble que Draco hubiera resultado su verdadera pasión, su verdadero amor, y que más encima, como si no fuera suficiente, le debía la vida…
Comenzó a llorar profundamente. Con ese dolor que es inconsolable, ese dolor que nadie entiende y a nadie parece importarle. Recordó a Ginny, a su mejor amiga… cuando aún lo era. Tenía en su mente aún ese momento en que ella llegó tan contenta diciendo que Harry le había pedido ser su novia… y recordaba también como ella le deseó la muerte en ese preciso instante… en que se propuso separarlos para siempre… pues Harry Potter debía ser para ella, solo para ella.
-Hermione… el profesor Snape te llama a su oficina… -dijo una voz trémula.
La chica no pudo reconocerla de inmediato. Pero en cuanto volteó, pudo ver una cabellera negra desordenada, mirando hacia abajo. Se secó las lágrimas para no estar siendo engañada… justo en ese momento el chico levantó la mirada y avanzó unos pasos, provocando que la luz de la luna le iluminara el rostro; le clavó una mirada verde esmeralda, haciendo que Hermione se sobresaltara y que su corazón se le detuviera un instante.
-Harry… eres tu Harry… Harry Potter… que sorpresa… que sorpresa más pendenciera…
Harry se limitó a asentir levemente, antes de acercarse.
AUTHOR: Mapache
POSTED BY: Charles Ryder on Le Blogué
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